El ozono puede tener múltiples funciones; uno de ellos está destinado a un uso terapéutico.
En odontología, esta sustancia se puede utilizar en cavidades de fisuras, en cavidades proximales en etapa inicial, en el tratamiento de conductos, encías y en diversos procedimientos quirúrgicos periodontales, extracciones, entre otros.
Uno de los principales objetivos de la odontología con respecto al uso del ozono es la eliminación de microorganismos, como bacterias y hongos. Su uso también ayuda a mejorar la cicatrización y aumentar la concentración de oxígeno en la región bucal deteriorada, mejorando así el rendimiento del sistema inmunológico.
La técnica que utiliza ozono es innovadora y sin contraindicaciones, siempre que exista una valoración y preparación para este tipo de tratamiento.
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